1

Cuando la muerte tendió su manto Para llevarme a la presencia del Señor, En densas nieblas mi Cristo santo Dióme la vida con la gracia de su amor.

Coro

Tú sólo eres el consuelo de los tristes, Y compadeces con amor al abatido, Tu luz eterna me guarde siempre Y me sostenga tu divina protección.

2

Jesús amado, tú me librastes, Tu brazo fuerte con poder me rescató; Hoy sólo quiero obedecerte Y anunciar el nombre del que me salvó.

3

El en mis luchas me fortalece Y me sostiene en la ruda tentación, Y en horas negras me favorece, Y pone en mi alma una dulcisima canción

4

¡Oh, pecador! Jesús invita Para ofreceros su benigna compasión. El, con su gracia y luz bendita Consuela y guía a la fuente del perdón. JOSE M. MUÑOZ