1

Hay en mi alma bendición y de Cristo eterna salvación Hay en mi pobre corazón una plegaria de amor y devoción Vivo feliz con mi Jesús, su amor saturó mi corazón, El vivir ha de ser para El y hasta el fin serle fiel.

2

Oigo a lo lejos un cantar, parece que es la voz de un cascadal Es la canción angelical que a mi Cristo entona un cantar, Oigo a lo lejos sollozar: Son las almas que gimen de pecar, El pecado ha causado un gran mal, mas mi Cristo puede salvar.

3

Es imposible vivir con el alma quebrantada de pecar; Es imposible resistir cuando el alma se cansa de llorar. Hay una fuente de bendición que satura las heridas del corazón Es la sangre que nos trae el perdón, la sangre del bendito Salvador. J. JOSE MORAN